lunes, 28 de noviembre de 2016

Himno al Sol.

Hola a todos, hoy vengo a hablaros de algo a lo que antiguamente se le daba mucha importancia se le dedicaba canciones.

 
Apareces henchido de belleza en el horizonte del cielo,
Disco viviente, que das comienzo a la Vida.
Al alzarte sobre el horizonte de Levante
llenas los países con tu perfección.
Eres hermoso, grande, brillante, alto por sobre tu Universo.
Tus rayos cubren los países hasta el confín de lo que creaste.
Porque eres el Sol, los has conquistado hasta sus confines
y los sujetas para tu Hijo al que amas.
Por lejos que estés, tus rayos tocan la Tierra.
Estás ante nuestros ojos, pero Tu camino sigue siéndonos ignoto.
Cuando te ocultas en el horizonte de Poniente
el Universo se sumerge en las tinieblas y queda como muerto.
Los hombres duermen en sus moradas con la cabeza tapada
y ninguno puede ver a su hermano...

El mundo yace en silencio.
Es que Su Creador reposa tras el horizonte.
Pero, al alba, desde que te alzas en el horizonte
y brillas, Disco del Sol, durante el día,
expulsas a las tinieblas e irradias tus rayos.
Entonces, el Doble País es una fiesta...
 
 
 
El Himno a Atón se considera una obra magistral de la literatura religiosa. Este canto de amor y entusiasmo, el más vibrante que haya legado la literatura del Antiguo Egipto, pudo haber sido compuesto por Ajenatón, hacia 1360 a. C., aunque posiblemente no fuese redactado por el faraón en persona.
Se encontraron varias versiones parecidas en las sepulturas de los dignatarios de Ajenatón, aunque el documento más completo, el llamado Gran Himno a Atón, procede de la tumba del faraón Ay, donde fue hallado por Urbain Bouriant.
Akenatón es celebre por haber impulsado transformaciones radicales en la sociedad egipcia al imponer como único dios Atón, dios del Sol, por eso surgió una guerra en el interior de Egipto. dijo que todos los dioses eran falsos que eran creados por los sacerdotes y el único dios que existía era el Sol. Su reinado también implica cambios en la política y artística.
El Himno al sol es un poema que puede entender todo el mudo porque es sencillo.
Akenatón es el hijo de Tutankamón.
 
 
Cristina Álvarez Rincón


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